Cómo dijeron los Modulos “Todo tiene su fin…”. Se acaba el sueño, me despido de esta ciudad, de esta gente, de este curro, de este colegio, a los que tanto debo y que me han hecho pasar unos meses inolvidables. Espero que no le pase lo mismo a este humilde “Elegante pero informal” el cual echo andar una soleada tarde de Otoño, con la vocación de ser un espejo fiel de sentimientos, de esperanzas, de ilusiones, de idas, de venidas… La verdad es que todo en esta vida empieza, pero también acaba. Aun me acuerdo de esos días previos a mi venida, donde la incertidumbre invadia mis pensamientos, días en los que te vas haciendo una imagen en tu mente de lo que puede depararte el avenir. Pues bien, ni el anhelo más positivo se ha acercado un poquito a la realidad. Creo que fue en el tercer o cuarto día cuando me di cuenta que estaba en París y que no me habia costado ningún trabajo adaptarme, es más, me pareció cómo si llevara aquí toda mi vida, sensaciones que se multiplican cuando vas asociando rincones, bares, parques, teatros, cines, plazas, etc., a vivencias, a momentos que has pasado allí, a risas con tus amigos, a esa crêpe nutella, a ese charco no visto, a esa patada a un puñado de hojas… todo es tan carismático, todo es tan idílico, que te dan ganas de llevarte un pedacito de lo que sea, para siempre llevarlo contigo, y que te recuerde los momentos pasados aquí.
Cuando uno hace balance, ha de poner en liza lo bueno y lo malo. Intento acordarme de algún momento malo aquí en París pero no soy capaz, todo es bueno, todo es positivo. Pasan los días y notas cómo evolucionas como persona, como las múltiples vivencias diarias hacen que comprendas cosas que antes no comprendias, o que consigas el enfoque adecuado que andabas buscando. La verdad es que todo es más facil cuando te encuentras a gente tan, como lo diría, especial, divertida, auténtica, solidaria… como la que hay en el sitio donde vivo, en el Colegio de España. Para no faltar a la verdad, antes de venir aquí estaba un poco molesto por no tener la posibilidad de vivir en un ambiente totalmente francés, al tener mi morada en el Colegio de España, puesto que una de las razones por las que vine aquí es para practicar esa lengua que me tiene totalmente enamorado cómo es el Francés. Efectivamente, así ha sido, nuestro idioma oficial ha sido el español, eso sí, en el curro y siempre que he podido he practicado el Franchute y la verdad es que no me puedo quejar. Cierto es que podría llevarme algo más de nivel de Francés, pero ha cambio me llevo un buen puñado de amigos, de los cuales, espero nunca perder el contacto.
En cuanto a Francia, me llevo una imagen un poco deteriorada. Nunca me ha gustado generalizar y menos opinar de algo que no conozco, si bien es cierto que los franceses, en general, son un bastante raros. También es cierto que estamos en París, y que es una gran ciudad, y como toda gran ciudad, las comunicaciones personales son más complicadas, la gente vive lejos, y es dificil coincidir. Pero si que es cierto, que cuesta mucho conseguir una amistad de verdad con un francés. Por otra parte, estoy cansado de las huelgas, huelgas interminables, que se saben como empiezan pero no cuando acaban, sin servicios mínimos ni nada. Los franceses dicen que aquí hay 5 estaciones, y que la huelga está entre Otoño e Invierno, me lo creo. Yo veo muy bien que la gente haga huelga, que luche por sus intereses, pero lo que no puedes hacer, y más en una ciudad como esta con tanta dependencia del transporte público, es dejar una semana prácticamente sin comunicación a la aglomeración de París. Yo me las puedo apañar, y bueno, si algún día no puedo ir a trabajar, pues trabajo en casa, y si tenía algo de laboratorio y lo pierdo por no poder ir, pues nada, me fastidio. Pero hay gente que depende de su sueldo diario, a esa gente no la puedes dejar tirada, no tanto tiempo. Tampoco me gusta ese chovinismo y ese sacar pecho siempre por todo. Tampoco entiendo muy bien donde están hoy los que votaron a Sarkozy, es un poco contradictorio, porque ahora parece que todo el país sea de izquierdas. También me he dado cuenta que en España trabajamos muchísimo más que aquí, donde los horarios los llevan a raja tabla y donde quedarte más tiempo del debido es considerado como que no eres eficiente. No me gusta lo poco que disfrutan, París es una ciudad de solitarios, y si no fuera por el aluvión de gente extranjera que acoge, su vida sería de lo más muermo. Por cierto, ¿quien dijo que París es la capital de la moda? Será para cuatro, porque la gente, en general, viste fatal, sin nada de gusto. En España se viste mucho mejor, vaya tópico que tienen totalmente infundado. En cuanto a trato con la gente, yo, al menos, no he tenido ningún problema, lo digo por la fama que tienen de secos y de antipáticos. Yo siempre que he tenido algún problema o que he preguntado algo, me lo han resuelto sin problemas.
¿Lo bueno? Su historia, o su eficiencia, ya que, cómo he dicho, se trabaja mucho menos que en España (cosa que me parece perfecta), sin embargo se saca mucho más partido a las cosas, pienso que ese es el camino a seguir. Su cultura, la gente son auténticos libros abiertos, saben de todo, sobre todo, de temas de política, todo el mundo está muy informado. Ahora no me extraña los porcentajes que sacaron en las últimas elecciones francesas de cerca del 90% . La comida también es muy buena, es de lo mejor que tienen. También me gusta que están muy conciencidos con el tema del Medio Ambiente. Ven realmente necesario el giro hacia el respeto al Medio, hacia cerrar los ciclos, hacia hacer ciudades habitables y comunicativas. Esa es la diferencia, que ellos ya se lo creen porque lo ven como un verdadero problema, en España aun nos queda para creernos (al menos la mayoría) que o vamos de la mano con el Medio Ambiente, o se nos volverá (como ya lo está haciendo) en nuestra contra.
Por el tema profesional genial también ya que me llevo un proyecto muy interesante, he conocido a gente muy buena y he tenido también la oportunidad de viajar para ir a Coloquios o Cursos (en Grenoble y en Colmar) que sin duda me han venido estupendo. Además, la posibilidad de ver otras formas de trabajar, otros métodos, hacen que te aclares tu también, y que veas que las cosas se pueden hacer de otra forma, aspecto que sin duda me ha ayudado también con mi tesis.
Que haya estado y esté tan bien aquí no está reñido con que eche de menos España, a su comida, su forma de vivir, y sobre todo a mi gente, eso es lo que más hecho de menos, y más cuando te demuestran que te quieren, que quieren verte, eso llena, y mucho. Yo siempre he tenido claro que quiero vivir en España y lo sigo pensando, a pesar de lo bien que he estado aquí. A mi, me encanta conocer, me encanta saber, disfrutar…pero tengo muy claras mis raices y mis preferencias, y como en España no se vive en ningún sitio.
Bueno, me da pena este último “Elegante…” desde París, más cuando es ahora que me doy cuenta de lo rápido que pasa todo, de lo efímera que es la vida, de lo mucho que debemos disfrutarla y valorarla. Tengo pena pero al mismo tiempo ilusión, ilusión por ver a la gente que quiero ver, ilusión por continuar dando pasitos en mi vida profesional, ilusión por volver a tener la oportunidad de pasar unos ratos tan maravillosos como los que he pasado aquí… en definitiva, ilusión por vivir y por hacer lo que a uno le gusta, que es lo que llena y a lo que nadie debe renunciar.
Besos.
domingo, 25 de noviembre de 2007
lunes, 5 de noviembre de 2007
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